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viernes, 31 de julio de 2009

La Volantud de Dios






¿Cuál es la voluntad de Dios? Hacernos Sus hijos liberándonos del pecado Mateo 3:15 dice, “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.

Entonces le dejó.” Esto fue para cumplir el plan de Dios, que Jesús viniera a este mundo para salvarnos a todos del pecado. La voluntad de Dios fue cumplida cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista.

Él quiso salvarnos y hacernos Sus hijos. Para hacerlo, Su Hijo tenía que llevarse todos nuestros pecados. Fue Su Voluntad hacernos a todas las personas Sus hijos. Así que Él le envió a Su propio Hijo para que se llevara los pecados de todas las personas que habían caído en las trampas de Satanás. Fue Su Voluntad ofrecer la vida de Su propio Hijo unigénito por todas las personas para que pudieran volverse Sus hijos.

Cuando Jesús fue bautizado y murió en la Cruz, la voluntad de Dios fue cumplida. Fue también Su voluntad que creyéramos que todos nuestros pecados se pasaron sobre Jesús cuando Él fue bautizado y que Él tomó el juicio por todas nuestras transgresiones a través de Su muerte en la Cruz.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito” (Juan 3:16).
Dios salvó a Su pueblo del pecado. Para hacer eso, la primer cosa que Jesús hizo en Su ministerio público fue ser bautizado por Juan el Bautista. “Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.
Entonces le dejó” (Mateo 3:15). Fue la voluntad de Dios que Jesús viniera a este mundo, se llevara todos los pecados del mundo a través de Su bautismo, morir en la Cruz, y resucitar.

Debemos saber esto claramente. Muchas personas leen Mateo 7:21 y piensan que es Su voluntad para nosotros servir al Señor, incluso hasta el punto de muerte, mediante la ofrenda de todas nuestras posesiones mundanas para construir las iglesias. Amigos cristianos, nosotros los que creemos en Jesús primero debemos conocer la voluntad de Dios y entonces hacerla. Es un error que te
Consagres a la iglesia sin conocer Su voluntad. Las personas se preguntan qué más puede haber excepto el vivir en la fe dentro de sus iglesias ortodoxas (“verdaderas”). Pero yo mismo estudié el Calvinismo en la Iglesia presbiteriana y fui criado por una madre adoptiva que era tan religiosa como cualquier pastor veterano. Yo aprendí en esa iglesia considerada ortodoxa.
El apóstol Pablo dijo que él también pudiera alardear de que él era de la tribu de Benjamín y que estudió la Ley bajo Gamaliel quien era un gran rabino del momento. Antes de que Pablo naciera de nuevo, él estaba de camino para arrestar a todos los que creían en Jesús. Pero él encontró la fe en Jesús en el camino a Damasco y vino a ser justo a través de la bendición de nacer de nuevo del agua y el Espíritu.

TENEMOS QUE CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS ANTES DE QUE PODAMOS CREERLO

¿Qué es necesario antes que creamos en Jesús? Primero tenemos que conocer Su voluntad.
Nuestra santificación es la voluntad de Dios. “Pues la voluntad de Dios es vuestra
Santificación; que os apartéis de fornicación” (1 Tesalonicenses 4:3). Sabemos que es la voluntad de Dios que seamos completamente santificados a través del agua y el Espíritu y vivir dentro de la fe toda nuestra vida. Si hay alguien que cree en Jesús pero que todavía tiene pecado en su corazón, él no está viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios. Seguir Su voluntad requiere que nos santifiquemos a través de la salvación fundamentada en Jesús. Saber esto es hacer la voluntad de Dios. Cuándo te pregunto, “¿todavía tienes el pecado en tu corazón pese a que crees en Jesús?”
Y si tu respuesta es sí, entonces claramente tú todavía no conoces la voluntad de Dios.

La voluntad de Dios es que debemos ser santificados y ser salvados de todos nuestros pecados a través de la fe en el agua y el Espíritu.

Había una vez un hombre que tenía hijos obedientes. Un día él llamó al mayor, quién también era el más obediente, y le dijo, “Hijo, ve al pueblo por el campo. . .”
Antes de que él terminara de hablar, el hijo le dijo, “Sí, padre” y se fue. Él no esperó a saber que es lo que se suponía que debía de hacer. Él simplemente fue. Su padre después lo llamó, “Hijo, está muy bien y es muy bueno que seas tan obediente pero
Debías saber lo que yo quería que tú hicieras.” Pero el hijo dijo, “Está bien padre. Yo te obedeceré. ¿Quién te puede obedecer mejor que yo?” Pero claro él regresó con las manos vacías. Él no tenía ninguna posibilidad de hacer la voluntad de su padre sin saber lo que su padre quería. Él sólo obedeció ciegamente. Podríamos ser como él si no conocemos a Jesucristo. Muchos se consagran, siguen las doctrinas teológicas, ofrecen el diezmo fielmente, oran toda la noche, ayunan. . . todo sin
saber la voluntad de Dios. Cuando ellos mueren con el pecado en sus
Corazones, son rechazados en las puertas del cielo. Ellos estuvieron tan ansiosos de hacer la voluntad de Dios pero no supieron lo que Dios quería.


EL ALCANCE DE SU PRESENCIA


Estudiaremos seguidamente, el alcance de Su presencia, sus cualidades, que por lo tanto, son las cualidades de Dios. Esto nos llevaría demasiadas páginas. Así que solo veremos algunos conceptos básicos e imprescindibles para un adorador.
Tan importante es adorar como también saber a Quien adoramos. Lo que inspira al adorador es que, cada vez que adora conoce algo mas de Su Persona. Es una intimidad que avanza progresivamente. El adorador se compenetra y se transforma al ministrar adoración. En palabras de San Pablo:
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” (2 Cor. 3:18)
Es pues, la adoración, una relación de persona a persona, una interrelación personal donde las personas se conocen mejor. Así, la palabra que mejor la representa es intimidad. Por ello, la Biblia nos revela atributos y cualidades maravillosas del carácter de nuestro Padre. En sus páginas nos sentimos llevados como el enamorado cuando lee las cartas de amor de su amada. Porque cada palabra revela un aspecto de su amor y de su gloria. Entre algunas de ellas podemos mencionar las siguientes:
LA OMNIPRESENCIA DE DIOS.
“¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?.” ( Jer.23:24) Nuestro Dios es omnipresente, es decir, está presente en todas partes a la vez. Es de notar que éste es un rasgo que esta relacionado con la grandeza de Dios.
LA INMENSIDAD DE SU PRESENCIA.
“Dios es quien está sentado por sobre el círculo de la tierra. (¡La gente aquí abajo ha de parecerle saltamontes!) El es quien extiende el cielo como cortina y de el hace su tienda.” (Is. 40:22-LA BIBLIA AL DIA INTERNACIONAL- vea también Is.40:15 y Sal.139:7-10). El Creador CONTIENE al mundo, pero el mundo NO CONTIENE AL CREADOR. El no está sólo cerca de todos y de todo sino que El está en todos y en todo. Pablo lo declaró en Hechos 17: 28, cuando afirmó que “En El nos movemos y somos.”
LA INFINITUD DE SU PRESENCIA.
“Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?” (I R.8:27).
Algunos cristianos limitan a Dios a un edificio y se sienten más cercanos a Dios en un edificio dedicado a la adoración. Dios no está más presente en la iglesia de lo que está en tu hogar. El está en TODAS PARTES, pero está limitado por nuestra FE.
Decir que Dios está más presente en el cielo es limitarlo. La presencia de Dios no está limitada ni por el lugar ni por el tiempo. Isaías 57:15 nos dice que El habita la ETERNIDAD.
LA INDIVISIBILIDAD DE SU PRESENCIA.
Dios todo está en todas partes, en todas las cosas, siempre. El Creador LLENA Su creación. Dios LLENA la totalidad del cielo y la tierra. Y esto no quiere decir que haya que adorar alguna parte de la creación. O a los seres vivientes creados por El. Cómo enseña erróneamente la interpretación panteísta de la creación.
Antes , todo lo creado tiene un sólo fin, darle toda la gloria y el honor a Dios cómo el perfecto creador de todo lo que existe. A través de la historia y en las páginas de la biblia vemos que esto es lo que más molesta a Dios. Que el hombre cambie su gloria por algún objeto creado. Pablo le expresa así: “Pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios…” y agrega: “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” (Rom. 1:21a y 25)
Un buen ejercicio es leer el pasaje entero desde los vrs 18 al25. Encontraremos cómo Dios se revela a través de lo creado. Y luego desde el 26 al 32 las nefastas consecuencia que vive la humanidad, hasta el día de hoy, por no adorar al Dios vivo y verdadero.
El está en todas partes, no por fragmentos de partes, sino en su totalidad. Este es el misterio de la inmensidad de Dios.
La PRESENCIA esencial de Dios NO PUEDE SER MULTIPLICADA porque lo que es infinito no puede llegar a ser MAS GRANDE.
LA INMUTABILIDAD DE SU PRESENCIA.
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación”. (Stgo 1:17) Dios no cambia, ni puede ser cambiado. Vea también, Sal 102:25-27; Mal.3:6. El es perfecto y Su perfección es constante - no hay sombra de variación en El.
LA OMNIPRESENCIA DE SU PRESENCIA.
Dios lo conoce todo (porque está presente en todas partes). Dado que Su presencia es infinita. El no puede estar distante de nada, y nada puede estar lejos de Su vista. El escudriña nuestros corazones mediante Su Espíritu.
LA POTENCIA DE SU PRESENCIA. Su presencia es una fuerza poderosa. Para que el poder de Dios actúe, El debe estar presente.
El puede hacer una cosa tan fácilmente como puede hacer otra. Hace TODO fácilmente sin disipar su fuerza. Jamás se cansa. Is.40:28.
La presencia de Dios NUNCA necesita ser renovada, porque nunca se agota.
Vemos su habilidad para crear algo de la nada en:
-La creación, Sal. 33:6,9
-La redención de los perdidos.
Dos áreas en las cuales el poder de Su presencia se ve claramente.
Su presencia no es menos que Su poder y Su poder no es menos que Su presencia.
LA PUREZA DE SU PRESENCIA. Su presencia es pura, sin mezcla de ninguna otra cosa. Aunque El llena el cielo y la tierra, no se mezcla con ellos. Nada se convierte en Dios simplemente porque se mueva en El. El pez se mueve en el mar, pero no es el mar.
No porque Dios esté en todas las cosas debemos adorar todas las cosas. Solo Dios debe ser adorado. Quien adora lo creado no adora al Creador.
La pureza de Dios se mantiene en medio de la inmundicia. Nada puede contaminarlo. Su presencia es perfectamente pura.
LA EFECTIVIDAD DE SU PRESENCIA.
Dios está presente en todas partes.
- Por Su autoridad. Todas están sujetas a El.
- Por Su poder. Todas las cosas están sostenidas por El.
- Por Su concomimiento. Todas las cosas están desnudas delante de El. El está presente providencialmente con todos. Su poder se extiende hasta las más bajas de Sus criaturas; y Su conocimiento percibe todo: Sal.36:6; Heb.1:3. Está presente con todas las cosas para mantenerlas, guardarlas, vigilarlas y guiar su progreso.
LA OBJETIVIDAD DE SU PRESENCIA. El se dispone a una relación personal. Se ofrece a Sí mismo para ser conocido y amado por ellas.
LA TANGIBILIDAD DE SU PRESENCIA. La presencia de Dios en todas partes es tan real que puede ser sentida. Es evidente para nuestros sentidos. Hechos.17:26,27.
Estas son sólo algunas de las maravillosas cualidades de carácter santo de nuestro Padre que nos mueven a adorarle. Todo empeño en adorar en un gran avance para nuestro carácter. Cada vez que lo intentamos, y esto a pesar de nuestras deficiencias, El cumple su palabra. El nos ama, y por ello aprovecha cada intento para transformarnos gradualmente de “gloria en gloria”. “¡Gracias Padre, por crearnos con la capacidad de adorarte!”